La palabra alemana "Poltergeist" (de poltern: hacer ruido, y geist: espíritu) designa un fenómeno raro, espontáneo y recurrente, que consiste en ruidos diversos, desplazamientos, apariciones o desapariciones de objetos inexplicables y apariciones de ectoplasmas. Los poltergeists constituyen más o menos sólo el 7 - 8 % de las manifestaciones llamadas "psi" (remitiéndose a la parapsicología), pero presentan la ventaja de poder ser estudiados debido a su duración.
La parapsicología considera que se trata de un fenómeno de psicoquinesia provocado por una o varias personas. Entre los autores que proponen una explicación parapsicológica podemos citar a Walter von Lucadou, Djohar Si Ahmed, a Hans Bender y William G. Roll. El poltergeist sería una experiencia psicológica intensa que se acompañaría de un sentimiento de obsesión, de alucinaciones y de confusiones del sueño Podemos encontrar también en su interpretación creencias folklóricas. Sin embargo, los casos estudiados muestran constantes que tenderían a hacer pensar que un verdadero fenómeno existe que no es sobrenatural.
En particular: La mayoría de los casos pasaría en el entorno de un adolescente emocionalmente desequilibrado (ya sea agresividad o sea sumisión frente a su entorno). El poltergeist acompañaría a menudo a la persona en sus mudanzas. Además, no desaparecería definitivamente después de un exorcismo, una curación mágica o incluso una aproximación intentando registrar o capturar los fenómenos. En cambio, una aproximación clínica efectuada con un psicólogo competente tendería a disiparlos. Esto hace pensar que la raíz de todo poltergeist es una problemática psicopatológica (sin embargo, la psicoanalista Djohar Si Ahmed considera que este síntoma es una búsqueda de sentido más bien que una enfermedad mental crónica).
Aunque generalmente se interpreta los poltergeist como agresivos, el poltergeist provoca sólo raramente y de manera muy mínima heridas físicas. En cambio, la incomprensión y el rechazo social y científico puede ser un problema mayora, debido al sufrimiento psíquico.
Para los ocultistas o los espiritistas, el poltergeist es una entidad en sí: un fantasma, un elemental o una proyección astral. La hipótesis científica es que los casos de poltergeist que no son fraudes, podrían explicarse por fenómenos ordinarios psicológicos o físicos: autopersuasión, alucinaciones, electricidad estática, campo magnético, ultra o infrasonidos, ionización del aire…
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