La Leyenda de Elvis Presley

Ya todos sabemos que existe una leyenda (extraña por cierto) que asegura que el cantante Elvis Presley no está en realidad muerto. Algo que suele ocurrir cuando alguien tan admirado muere de forma extraña. Vamos a ver de qué se trata.

Se dice que dos horas después de morir, un hombre llamado John Burrows compró un pasaje de avión para Buenos Aires, Argentina. El detalle es que el señor era tremendamente parecido al cantante, y su nombre, uno de los tantos seudónimos que este había utilizado durante su vida.

Años más tarde, un cantante enmascarado, de nombre Orion, se presentó en numerosas oportunidades de forma similar a Elvis. Luego lo abandonó y se dice que murió en 1998.

Por otro lado, la teoría se apoya en que la lápida de Presley tiene mal escrito su segundo nombre, y en lugar de decir Aron, dice Aaron. Fue enterrado entre las tumbas de su padre y abuela, y no junto a su madre, como era su deseo. Lo último por destacar, y una de las cosas que más curiosidad genera, es que ninguno de sus herederos cobró el seguro de vida de Presley hasta la actualidad.

Elvis antes de morir, supuestamente perdió diez millones de dólares en un negocio inmobiliario relacionado con la mafia, y se habría ofrecido a ayudar al FBI para obtener una nueva identidad y protegerse.

El día posterior a su muerte, su ex novia recibió una rosa de parte de un tal “Lancelot”, un apodo que ella le daba al cantante durante su relación, y que solo ellos dos conocían.

Pasando a cosas más… “locas”, hay gente que asegura haberlo visto en una caravana en Louisiana, en Japón aprendiendo danza de vientre, comprando zapatos de gamuza azul en Gran Bretaña, y hasta manejando un tren en República Checa. El encuentro que más se repite es el de las visitas recurrentes a diferentes locales de una cadena de comidas rápidas en Sydney, Los Ángeles y Bruselas, entre otras ciudades del mundo.

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