El Porro de los Beatles
¿Se lo fumaron o no los ingleses cuando iban a ser recibidos por la Reina en Buckingham Palace? ¿Se liaron uno en los baños de palacio y luego salieron más que relajados a saludar a Isabel II? John Lennon dijo que sí, pero luego admitió que no, que estaban demasiado asustados como para hacerlo. Pero Paul McCartney tampoco lo tienen muy claro. En cualquier caso, si no se lo fumaron, alguien debió dejarlo escondido en alguna parte, porque, si no, no se explican tantas cosas raras en la Corte.
La transfusión de sangre de Keith Richards:
Que el guitarrista de los Stones era un probado consumidor de todo tipo de sustancias químicas es algo admitido por él mismo. De hecho, tampoco es que nunca se haya caracterizado por llevar una vida sana. Sin embargo, a mediados de los 70 se difundió el rumor de que, para superar su adicción a la heroína, Kiz se había sometido a un cambio completo de la sangre que circulaba por sus venas en una clínica suiza. Aunque se ha negado que fuese cierto, la historia podría servir de base para algún estrambótico caso del doctor House.
Robert Johnson y su pacto con el diablo:
El mito entre los mitos del Blues. La gente se pregunta cómo pudo Johnson adquirir tal maestría en tocar la guitarra en apenas dos años, los que estuvo alejado de Robisonville, entre 1931 y 1933. Desde el mismo instante de su regreso comenzaron las teorías y una de ellas aseguraba que había hecho un pacto con el diablo, como el de Fausto, para conseguir ser un maestro de la música. El mito adquiere proporciones literarias dignas de Faulkner cuando se adereza con que Johnson vendió su alma en el Mississippi.
Él siempre lo negó, a diferencia de otro músico contemporáneo a Robert Johnson, Tommy Johnson, quien afirmaba sin rubor alguno que él si se que había adquirido un pacto con el maligno.
Richey vive:
Podría haber sido Elvis, pero lo de éste ya sabemos que es cierto, que se está tomando un cubatón con Jesús Gil en algún paraíso fiscal. Pero de Richey James, líder de Manic Street Preachers y hombre bastante dado a la automutilación, también se rumorea que su desaparición fue un truco para huir de la presión. Los medios ingleses incluso especularon con la posibilidad de que fuera un ardid publicitario. De momento, no ha vuelto. Y aunque el grupo parecía que iba a mejorar, lo cierto es que la carrera de los Manic en los últimos años da ganas de hacer una sesión de espiritismo y convencerle de que ponga un poco de orden.
Muerta por un sandwich:
Mama Cass Elliot murió en su piso de Londres con 32 años. No sé si fue por una broma macabra provocada por su aspecto en vida, pero enseguida empezó a correrse el rumor de que se había atragantado mientras devoraba un sandwich en la cama, con un trozo del delicioso emparedado ejerciendo de criminal, pegado a la traquea.
El rumor no es cierto, aunque está claro que el amor excesivo a la comida le hizo poco bien a la componente de The Mamas & The Papas, puesto que el ataque del corazón que la llevó a la tumba si que estuvo provocado por su obesidad y su dieta.
Mars, mucho mejor que el puro de Clinton:
Como podéis leer en cualquier biografía escrita por alguna groupie de los años 60 y 70, el sexo ha sido moneda de cambio habitual en el mundo del rock y ha deparado no pocas anécdotas. Una de las más míticas y de la que no se sabe con certeza si ocurrió es la que involucra a Mariane Faithfull, Mick Jagger y una barrita de Mars introducida por donde ya os imagináis. Se dice que el trío (o el dueto más la golosina) fueron pillados en plena orgía pastelera en una redada antidroga, aunque parece ser que se la inventó el propio Jagger en el rato que estuvo en el calabozo, para pasar el rato.
La lengua de Gene Simmons:
¿Tiene el cantante de Kiss un trasplante de lengua de vaca? Desde que se le vio aparecer por los escenarios haciendo alarde de su lengua, apareció el rumor de que, en realidad, había necesitado ayuda médica para conseguir semejante longitud en el apéndice.
Sin embargo, Simmons, que tiene muchas cosas pero no pelos en la susodicha, lo dejó bien clarito en su biografía. El había nacido con ese portento dentro de la boca y desde jovencito le resultó “muy útil” cuando estaba en la cama con chicas. Genio y figura.
El suicidio del hombre de la canción feliz:
La ironía hecha mito. ¿Se suicidó Bobby McFerrin, el hombre que encandiló al mundo con ese himno al optimismo que es Don´t Worry, Be Happy? Así funcionan los mitos: la realidad no puede estropear una buena leyenda. Y Bobby McFerrin, que aún sigue vivo, ha tenido que soportar cómo se corría el rumor de que su vida era una mierda y había decidido pegarse un tiro al poco de conquistar el éxito.
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