Este pequeño caso ocurrió en Quito (Ecuador), en la antigua casa de los abuelos de mi novia. Una casa grande, como son casi todas allí, con sus dos pisos y su multitud de habitaciones. En esa casa murió antiguamente una señora mayor que era costurera y se pasaba los días cosiendo en su máquina.
Como en multitud de casas viejas de todo el mundo es muy frecuente y normal la muerte de sus antiguos inquilinos.Un día la abuela de mi novia cosía con esa vieja máquina de coser, como muchos otros días, pero éste fue especial, ya que al parar y dejar la máquina y dirigirse a la cocina, la máquina empezó a funcionar de nuevo y a coser.
No solo ocurrían esas cosas, muchas mañanas se encontraban la habitación donde se encontraba la máquina patas arriba, cambios de temperatura, sonidos extraños, lo típico en estos casos, pero solo en esa habitación, eso sí, siempre actos pacíficos.
Hasta que un día una hija de los abuelos trajo a su novio a dormir a casa y sin decirle nada de lo extraño a él le hicieron dormir en la habitación. Esa noche el chico despertó no por el frío del ambiente, sino porque sentía que no podía respirar bien. Abrió los ojos y vio a una señora mayor mirándole mientras trataba de ahogarle con las manos, se levantó de golpe mientras oía espeluznantes chillidos en su cabeza, se dirigió a toda prisa a la puerta y aunque el pomo estaba ardiendo logró abrirla, salió de la habitación, subió las escaleras y despertó a todos los habitantes de la casa. Aterrorizado, ese día durmió con los suegros, y no más noches pasó en esa casa.
Las cosas raras siguieron ocurriendo, y supongo que siguen aún, pero esa casa ya se vendió hace unos años por motivos ajenos al fantasma.
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