Una señora que conducía un Mercedes nuevecito, llevaba un rato buscando aparcamiento en aquel centro comercial cuando vio a un hombre que cargado de paquetes se dirigía hacia un coche, se colocó al lado, le pregunto si iba a salir, le dijo que si, y colocando detrás, puso su intermitente a la espera que retiraran el vehículo.
Cuando el hombre se hubo marchado la señora se dispuso a entrar en el sitio libre, cuando otro coche, le pasa por el lado y pegando un fuerte volantazo se le cuela en el aparcamiento.
Cuando la mujer que conducía el coche se bajó para cerrarlo, la señora del Mercedes, le dijo:
- ¡Señora, estaba yo esperando para aparcar!
- ¡lo siento, Se-ño-ra! así son las cosas cuando se es joven y rápida... - le contestó.
La señora del Mercedes, aceleró a fondo y se estrelló contra el coche de aquella mujer destrozándolo completamente.
- ¡Eh! - gritó la del destrozado coche - No puede hacer eso...
- Lo siento se-ño-ra, pero así son las cosas cuando eres vieja y rica...
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