El origen del "Martes 13"

“No te cases ni te embarques” dice el dicho. Pero ¿a quién se le ocurrió que el martes 13 era día de mala suerte? El número 13 se asocia a todo tipo de males.

Las leyendas nórdicas hablan de 13 espíritus del mal; la venida del Anticristo y la Bestia aparecen en el capítulo 13 del Apocalipsis; en el Tarot, este número hace referencia a la muerte, y en la Última Cena de Jesucristo, luego de la cual fue crucificado, los discípulos eran trece.


El día martes no se queda atrás

“Marte”, según la mitología griega, es el Dios de la guerra, por lo cual el día martes está regido por el planeta rojo, el de la destrucción, la sangre y la violencia. Además, la leyenda dice que un día martes 13 se produjo la confusión de lenguas en la Torre de Babel.

Razones sobran si se quiere pensar que el martes 13 es un día de desgracias y mala suerte. Eso sí, las connotaciones negativas que se le dan al martes 13 no tienen fundamentos científicos ni religiosos, por lo cual debes tener muy claro que sólo se trata de un mito.

Incluso hay mucha gente que lo ha tomado al revés, por lo cual dentro de sus creencias, lo consideran como un día de buena suerte. Tanto así, que durante ese día muchos apuestan por ese número en los juegos de azar.

Pero ojo, que estas creencias también se aplican cuando el calendario marca el viernes 13, ya que la tradición anglosajona considera el día viernes como día de mal por ser el día en que Cristo fue crucificado, a eso se le suman los trece discípulos…

Además, la unión del viernes y el 13 se popularizó como consecuencia de la serie de películas de terror “Viernes 13″ (“Friday the 13th”). En otras palabras, la tradición anglosajona del viernes corresponden a nuestro martes, aunque a estas alturas, existen personas que consideran ambos días “de mala suerte”.

La mala suerte y la historia

La mala suerte asociada a este día se remonta a los griegos y al Dios Marte. Sin embargo, también viene de la mitología nórdica (celtas, druidas, normandos, vikingos) en la era pre – cristiana.

Se cuenta que a un banquete en el Valhalla fueron invitados doce dioses. Loki, el espíritu de la pelea y el mal, llegó sin invitación con lo cual el número de los presentes llegó a 13. En la lucha que se produjo para expulsar a Loki, Balder, el favorito de las deidades, encontró la muerte.

Esta fue una de las primeras referencias escritas sobre el “infortunio” relacionado con el trece. Desde Escandinavia, la superstición se difundió a través de Europa, hacia el sur y al comenzar la era cristiana ya estaba establecida en los países mediterráneos.

Entonces, se dice que esta creencia fue reforzada con el episodio de la Última Cena. Y desde ese momento, invitar a trece personas a una cena significa buscar un desastre, lo que se cree hasta el día de hoy.

En 1978 la revista británica “Gentlemen’s Magazine” cito una estadística según la cual, como promedio, una de cada trece personas reunidas en una habitación moriría antes de un año. Y si se le quiere seguir buscando la “quinta pata al gato”, hay muchos que toman en cuenta que las experiencias vitales del ser humano son 12, por lo cual una más, es decir, trece, significaría una anormalidad abominable.

¿Cuáles son estas experiencias vitales? El yo, la posesión, la comunicación, el instinto, la creación, el servicio, la unión en pareja o en alianza; la sexualidad profunda, la trascendencia, espiritualidad o religiosidad; el poder; la proyección o los sueños y el dolor o la soledad.

Además, y de acuerdo a la astrología, doce son las casas del universo astrológico, por lo cual una más rompe el modelo.

Algunas supersticiones

Esto de considerar al día martes y el número trece como fatídicos, ha dado lugar a refranes y supersticiones:

– “El martes, ni te cases ni te embarques”. Este refrán es muy conocido y hace alusión a no tomar decisiones significativas ese día, porque puede haber desgracias.

Otros refranes:

“El martes ni gallina eches, ni hija cases”.
“El marte ni hijo cases, ni cochino mates”.
“En martes ni tela urdas, ni hija cases, ni las lleves a confesar porque no dirán la verdad”.
“El martes ni tu casa mudes, ni tu hija cases, ni tu ropa tejas”.

Y las supersticiones

- No tener trece invitados en la casa.
- No cortarse las uñas o el pelo durante ese día, porque trae mala suerte.
- Muchos hoteles en el mundo no identifican el piso 13 y se saltan al catorce.
– En la mayoría de los autódromos de Europa, los pits o talleres donde los autos tanquean y cambian de llantas, están numerados pero saltan del doce al catorce.
– Las aerolíneas evitan este número en sus asientos.
- Antes, muchos artistas tenían en sus contratos una cláusula por la que no actuaban el 13 del mes.

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