En cierta ocasión, la amiga de una prima de una cuñada de un vecino, contó que a la hija de la suegra de una prima segunda que vivía cerca del amigo de un amigo, le ocurrió que se enamoró de un argentino, que pasaba temporadas en España y temporadas en su país.
Cierto día, la muchacha recibe un e-mail de él, en el que le dice que lo lamenta muchísimo, pero que no puede llevar la doble vida que lleva, que le gustan demasiado las mujeres como para ser el hombre de una sola, y que cada vez que va a su país, "se acuesta con toda la que pilla", esto lo decía con otras palabras más "finas", por lo que le rogaba que le devolviera todas las fotos que tuviera de él.
Ella, aunque dolida, sabe mantener el tipo, y al día siguiente se dedica a pedirle a sus amigas y compañeras de trabajo, una foto de sus novios, incluso a los amigos les pide fotos de ellos, cuando ya tenía en torno a unas cuarenta o cincuenta fotos, las metió en una caja que iba dirigida a su ex-novio argentino, con una nota que decía:
"Lo siento, pero no recuerdo exactamente quién eres, busca tu foto entre todas estas y devuélveme el resto. Gracias"
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Cada mujer es un misterio en si misma.
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