La siguiente historia llegó a través de correo electrónico:Un amigo de Berkeley acababa de empezar a trabajar en la Universidad. Su jefe le conto la siguiente historia:
El 17 de octubre de 1989 el mencionado jefe y su hermano se dirigían a ver el tercer partido de las World Series. El hermano llevaba su coche nuevo, un Mercedes blanco reluciente con embellecedores dorados. Lo había comprado tres días antes.
Llegan al estadio, aparcan y se van a ocupar sus localidades. La tierra tiembla. El público vitorea. Todos vuelven a sus coches. Pero nuestros héroes no logran encontrar el suyo...
Se lo han robado. Vuelven a casa no sé cómo, dan parte a la compañía de seguros y siguen con su vida.
Hace un par de semanas la compañía de seguros le llamo para decirle que habían encontrado el coche. En realidad, también habían encontrado al ladrón. Lo encontraron todavía en el coche... en el viaducto Cypress Structure, reducido a una altura de dieciocho centímetros.
El hermano se quedo horrorizado, pero el jefe estaba feliz. “!Si, hay justicia en el mundo!”
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