Sea Usted el Juez

Sobre la fría acera yacía el cuerpo a medio vestir de una escultural rubia de unos 29 años aproximadamente, sentado a su lado, en ropa interior y pistola en mano un joven de aspecto demacrado y de mirada perdida, con lagrimas en los ojos pero mostrando también una gran sonrisa.

Al saber de la noticia, las personas que conocieron alguna vez  al joven aseguraban que Carlos (como se llamaba el joven) no era ni asesino, ni violador, que era un joven muy estudioso y de comportamiento ejemplar, muy, muy tímido.

Todo se remonta a varios años atrás cuando Carlos perdió a su madre y se mudó de donde vivía en Caracas, porque  todo se la recordaba, dejo a medias sus estudios universitarios y se fue a Maracaibo, allí trabajaba en lo que saliese, como para cubrir los gastos básicos, pues ya no tenía deseos de superación, ni le conseguía sentido a la vida.

Hasta que apareció Martha una chica realmente hermosa, la cual encontró por casualidad un día llorando en el parque,  ella lloraba por que un hombre con promesas de amor la llevó a Maracaibo -Tampoco ella era de allí, el lo descubrió inmediatamente por la ausencia del acento Marabino- y después de cansarse de ella la dejó abandonada en un sitio en el cual no conocía a nadie. Inmediatamente Carlos se identificó con ella, le brindó ayuda, la llevó a su humilde morada, donde por lo menos tendría un techo y algo que comer.

La chica muy agradecida, le quiso pagar con lo único que tenía, aunque él se portó como todo un caballero, al final sucumbió a la tentación, es que nunca imagino que el pudiese estar con una chica tan Hermosa. Aunque no todo era perfecto, Martha le conto que el mal hombre que la abandonó la hizo caer en el vicio de las drogas, y que por eso la dejó, porque ella no quería consumir más, aunque a veces era inevitable.

Carlos pensó que poco a poco le podía quitar el vicio, bajando cada vez más la dosis. Con los días se fueron compenetrando más y más, Carlos se sintió en el cielo cuando ella le confesó que se estaba enamorando de él. Hicieron planes de reunir dinero y volver a Caracas para buscar a sus familiares y amigos.

Pero la vida no era fácil con lo poco que el ganaba apenas les quedaba para comer y darse un gusto quincenal, bueno y para la droga de Martha. Un día llegó Martha con una propuesta que le hizo el tipo que le vendía la droga. Que si pasaba 3 kilos de cocaína de Colombia a Maracaibo le daban una buena recompensa en bolívares, con ese dinero podrían volver a Caracas.

A Carlos no le gustó para nada la idea, pero ella le decía que ese dinero no lo podrían juntar nunca, que era solo un viaje, les iban a pagar la estadía en un lujoso hotel de Colombia donde pasarían 2 días con los gastos pagos y de regreso solo tenían que traer la droga en una maleta de doble fondo. Ella todos los días le insistía con la idea, y él le decía que eso era muy peligroso incluso varias veces ella se molestó y le amenazó con ir ella sola y luego marcharse a Caracas también sola. El por miedo a perderla accedió, ella para su tranquilidad le dijo que él no  llevaría la maleta con la droga, que jamás la tocaría.

Y así emprendieron tan peligrosa odisea. El Narco les dio los pasajes del Bus Internacional y el nombre del contacto en Colombia. Les dijo que el Viaje hasta Cartagena duraba unas 12 Horas y que tenían que estar PILAS por los controles en los puestos fronterizos, o retenes como ellos le dicen.

Pero al llegar allá no fue el paraíso que les prometieron, los llevaron a un Hotel de mala muerte y les daban 100 pesos para gastos del día, a los enamorados no les importó por que ellos realmente querían era el dinero y no vacacionar.

Los acuerdos originales siguieron cambiando, les dijeron que como ella iba a ser quien llevase la droga, era mejor que fuese sola para despistar y que Carlos se fuese después. Aunque aquello a Carlos le dio mala espina, al ver a Martha Tranquila accedió.

El día del viaje llegaron muy temprano por Martha, ella le pidió tranquilidad a Carlos que estaba muy nervioso y le dijo que en cuanto pudiera lo llamaba. Carlos se cansó de esperar la llamada, ¿le habrían hecho daño aquellos hombres a Martha? Estuvo casi 2 días solo en el hotel sin saber de nadie y sin salir por si sonaba el teléfono, no podía ni dormir ni comer por la preocupación.

A la Mañana siguiente entraron los tipos a la habitación violentamente, diciéndole que Martha no les cumplió que se escapó y que ahora él tenía que llevar la droga que si esa droga no llegaba a Maracaibo los buscaban y mataban a los 2. En contra de todos sus principios y voluntad a Carlos le tocó aceptar la encomienda, preguntándose aun por la suerte de Martha.

Los tipos no le dieron 1 sino 2 maletas y con 5 kilos de droga cada una, que eso era para tapar la falla de su amiguita, el viaje de regreso a Carlos le parecía eterno, sobre todo en las paradas de controles fronterizos. En el último control Carlos se sintió aliviado, pero esto no le duró mucho cuando notó que los guardias tenían perros antidrogas.

Inmediatamente lo descubrieron con toda la droga fue arrestado y sentenciado a 10 años de cárcel por ser su primera vez, en la cárcel sufrió todo tipo de humillaciones y vejaciones por ser un hombre diminuto y delgado.

Después de que se cansaron de abusar de él tanto psicológica, como sexualmente, lo hicieron a un lado y comenzó a hacer vida de reo normal. Allí escucho historias que le dejaron los pelos de punta, al relatar el porqué de su detención. Muchos reos coincidieron en que fue engañado por la mismísima Martha, Que existía este tipo de mujeres que buscaban incautos sin familia en la zona y fáciles de engañar por mujeres despampanantes que al estar fuera de su alcance los enamoraban fácilmente.

Al principio esto le parecía a Carlos una burla más de los otros presos, pero poco a poco atando cabos llegó a convencerse de que tenían razón, desde ese día solo una idea se mantuvo en su cabeza y corazón.

Luego de 5 años Carlos fue puesto en libertad por buena conducta, y trabajó y no descansó hasta volver a caracas y buscar y buscar hasta dar con el paradero de quien en realidad no se llamaba Martha. Al verla enloqueció y recordó todas y cada una de las barbaries que le hicieron en la cárcel y esto es lo que dio motivo al trágico final que se señala al comienzo de esta historia, ¿Quien es en realidad el malo? Sea usted el Juez.

Colaboración: Michael Muñoz
Twitter: @workoutxmike

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