El correcto hombre de la Sociedad

De la Lujosa habitación se escuchó el estruendo de unos vidrios que se rompían, segundos después el ruido ensordecedor de un disparo seguido de las alarmas de los autos (15 pisos más abajo) en la calle. Cuando los escoltas corrieron a la  habitación sintieron la fuerte brisa entrar por el ventanal roto, y a un lado de la cama el cuerpo del General en Jefe (trisoleado) sobre un gran charco de sangre empuñando su arma, al ver por la ventana, se veía como en la calle la bella prostituta estrelló su humanidad contra la maleta y el capó de 2 carros lujosos.

Meses atrás.

El recién Trisoleado General Polanco, no sentía paz en su casa, no soportaba a su esposa, ya casi ni reconocía a sus hijos, el Varón (Enrique 22 años) solo se le acercaba para pedirle grandes sumas de dinero o para pedirle favores, como sacar a sus amiguitos de aprietos legales por posesión de drogas o por hacer algunas idioteces. En cambio la Hembra (Minerva 19 años), nunca se le acercaba,  para él era una chiquilla malcriada y rebelde que solo le gustaba contrariarlo.

Lo cierto es que el General estaba cansado de tener que cuidar esa imagen de Militar regio y de hombre correcto que le había llevado tan lejos, Ante la sociedad él era un Hombre de principios y de buenos valores, respetable y temeroso de Dios. El lograba mantener esta fachada, saciando sus más bajos instintos en la Casa de Lenocinio de Madame Gisèle.

En Casa de Madame Gisèle el General hacía lo que le placía, la Madame, lo dejaba tanto por miedo, a posibles represalias como por las cuantiosas sumas de dinero que el General le dejaba.  El gusto del “exquise genéralé Polanco”  constaba de voluptuosas jovencitas a las que le gustaba someter, le pedía a madame Gisèle que le preparara a las Niñas más jóvenes que tuviera y que siempre lo proveyera de Niñas nuevas, pues no le gustaba repetir.

Dicha preparación constaba en amordazar y atar a las jóvenes y dejárselas en el cuarto semidesnudas sobre la cama, con una luz tenue para el poder forzarlas y hacer cuanta bajeza le viniera a la mente. Así pasaban los días el General era una Gran Autoridad respetable de día  y por las noches el mas aborrecible y detestable de los seres que abusaba de chicas, que incluso estaban dispuestas a complacerlo, pero el solo conseguía verdadero placer forzándolas.

Una tarde llegó el General Polanco más temprano de lo acostumbrado donde Madame Gisèle, ( El siempre iba de noche) y esta le ofreció una chica del Horario vespertino: Lorena, que era de lo más fina, una joven muy linda y con clase que solo hacia eso para pagar sus estudios Universitarios, Madame le dijo al General que esta se la podía conseguir pero no como a él le gustaba (Forzada) sino de la manera normal bajo el consentimiento de ella, el General se indigno y le dijo que si de todas maneras igual esa Lorena era una Zorra, ¿por qué él iba a tener contemplaciones con ella?, y que se la preparase de inmediato, una vez más el Miedo y la Avaricia de Madame Gisèle actuaron por ella, y mando a preparar a la joven Lorena.

La chica no sabía lo que ocurría, cuando los mastodontes de Madame Gisèle entraron a la habitación y la sometieron, ella lloró y trato de gritar pero la amordazaron, la ataron a la cama acostada boca abajo y la dejaron allí con la luz tenue.

Lo siguiente que sintió Lorena fue la puerta Sonar y un Hombre que le comenzó a desprender  las pocas prendas que llevaba mientras la golpeaba salvajemente y luego la violó en repetidas oportunidades. Cuando al fin el General drenó todo su sadismo, soltó y desenmordazó a la chica, y subió el tono de la luz, pero ¿cuál fue su sorpresa? que cuando la chica aun llorando se volteo no era otra que Minerva.  La Hija al ver a su verdugo quedó horrorizada y corrió hacia la ventana y se lanzó al vacío, El General con tantos sentimientos encontrados: Violar a su Hija y que esta se matase, no le quedó más que hacer que lo que se cuenta al inicio de esta historia, Y así fue el final de “El Correcto Hombre de la Sociedad”.

Colaboración: Michael Muñoz

Twitter: @workoutxmike

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